lunes, 11 de noviembre de 2013

El Papa, a los jueces eclesiásticos: ser como el «Buen Pastor que se inclina hacia la oveja herida»


El Papa Francisco ha recibido esta mañana a los participantes en la asamblea plenaria del Tribunal Supremo de la Signatura Apostólica, el dicasterio de la Curia Romana, que además de ejercer la función de Tribunal Supremo, vela para que se administre rectamente justicia en la Iglesia. En esta ocasión la asamblea ha centrado su interés en la promoción de una defensa eficaz del vínculo matrimonial en los procesos canónicos de nulidad.



El Pontífice ha recordado, en primer lugar, que la actividad del dicasterio está destinada a promover la obra de los tribunales eclesiásticos llamados a responder adecuadamente a los fieles "que se dirigen a la justicia de la Iglesia para lograr una decisión justa" y, a continuación, ha calificado como "muy oportuna", la atención de la asamblea por la figura del defensor del vínculo, ya que "su presencia y su intervención son obligatorios durante todo el proceso".

En particular ha citado la instrucción "Dignitas connubii" que describe el papel del defensor del vínculo "en las causas de nulidad por incapacidad mental, que en algunos tribunales son la única causa de nulidad" y "hace hincapié en su diligencia para evaluar las cuestiones planteadas a los expertos y los resultados de las pericias".

Por lo tanto, el defensor del vínculo que quiera prestar un buen servicio "no se puede limitar a una lectura apresurada de los actos, ni a respuestas burocráticas y genéricas . En su delicada tarea, está llamado a intentar armonizar las disposiciones del Código de Derecho Canónico con las situaciones concretas de la Iglesia y de la sociedad".

De ahí que el cumplimiento completo y fiel de la tarea del defensor del vínculo "no constituya una pretensión que va en detrimento de las prerrogativas del juez eclesiástico, que sólo es responsable de la definición de la causa. Cuando el defensor del vínculo ejerce el deber de apelar, incluso a la Rota Romana, contra una decisión que considera lesiva de la verdad de la unión, su tarea no suplanta la del juez".

Por el contrario, continuó el Papa Francisco, "los jueces pueden encontrar en la minuciosa obra del defensor del vínculo matrimonial una ayuda para su actividad.El Concilio Vaticano II ha definido la Iglesia como comunión. En esta perspectiva, hay que situar tanto el servicio del defensor del vínculo, como la consideración que hay que reservarle, en un diálogo atento y respetuoso".

El Santo Padre ha recordado a los que trabajan en el ministerio de la justicia eclesial que "actúan en nombre de la Iglesia" y "son parte de la Iglesia". Por eso, "hay que mantener siempre estrechos los lazos entre la acción de la Iglesia que evangeliza y la acción de la Iglesia que administra justicia. El servicio a la justicia es un compromiso de vida apostólica que hay que ejercer con la mirada fija en el icono del Buen Pastor, que se inclina hacia la oveja descarriada y herida".

Perseverar en la búsqueda de "un ejercicio límpido y recto de la justicia en la Iglesia, en respuesta a losdeseos legítimos que los fieles dirigen los pastores, especialmente cuando confían en ellos para recibir respuestas autorizadas que aclaren su situación", ha sido la invitación con que Francisco ha concluido su discurso a los participantes en la plenaria.




2 comentarios:

  1. Javier me parece un trabajo formidable el que haces y ojala poco a poco se vayan abriendo nuevos cauces de comprensión en el tribunal tan falto de adaptarse en el procedimiento a la vida actual.
    conozco un caso del que me gustaria darte mas datos en el que despues de ver tantos casos de nulidad que cuesta creerlos , en este caso pasa al contrario , toda la gente sabe que una de las partes falta a la verdad y el tribunal no tiene medios para comprenderlo y ha dictado dos sentencias que sonrojan a muchos cristianos que conocen la verdad. El tribunal no esta preparado para luchar con la mentira y mientras una parte esta perjudicada y su conciencia en grave situacion pues la vida sigue. ¿ que podemos hacer?.

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  2. De lo que me he dado cuenta en estos años es que en cuestiones de nulidad, siempre tan personales, la interpretación de los hechos es muy subjetiva, esto es más frecuente que la mentira. En cualquier caso lo que tienen que saber las partes como los abogados es que una sentencia conseguida en base a una mentira no tiene ninguna validez ante Dios mi ante la conciencia. De eso habrá que responder ante Dios.
    En la mayoría de los casos los jueces detectan bien cuando alguien no está diciendo la verdad, pero en ocasiones no consiguen llegar a la certeza moral suficiente que les permita dictar sentencia favorable a la nulidad, son matrimonios que quizá fueron nulos pero no se puede probar.
    Es verdad, como dices, que la vida sigue, en el camino de la vida todos tratamos de caminar a la luz de Dios y de la propia conciencia iluminada por la verdad de Jesucristo que enseña la iglesia.

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