26 de febrero de 2015
Publicado originalmente en http://www.thecatholicthing.org/2015/02/26/henry-viii/
Curiosamente, la estricta enseñanza de Jesús sobre "lo que Dios ha unido, que no lo separe el hombre" (Mt 19, 6) sigue poco después de su insistencia a Pedro sobre la necesidad del perdón (ver Mt 18: 21-35).
Es cierto que Jesús no condenó a la mujer adúltera que fue amenazado de muerte por lapidación, pero tampoco le dijo que siguiera es ese trabajo tan bueno, y que continuara sin ningún cambio en su vida. Él le dijo que no volviera a pecar más (ver Jn 8: 1-11).