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sábado, 2 de mayo de 2015

LA INDISOLUBILIDAD DEL MATRIMONIO


Copio aquí un extracto del libro sobre Nulidades de la abogada Rotal Rosa Corazón, es una explicación sencilla de lo que es la indisolubilidad...

viernes, 27 de febrero de 2015

¿Qué hacemos con Enrique VIII?

Cardenal George Pell
26 de febrero de 2015

Curiosamente, la estricta enseñanza de Jesús sobre "lo que Dios ha unido, que no lo separe el hombre" (Mt 19, 6) sigue poco después de su insistencia a Pedro sobre la necesidad del perdón (ver Mt 18: 21-35).

Es cierto que Jesús no condenó a la mujer adúltera que fue amenazado de muerte por lapidación, pero tampoco le dijo que siguiera es ese trabajo tan bueno,  y que continuara sin ningún cambio en su vida. Él le dijo que no volviera a pecar más (ver Jn 8: 1-11).

sábado, 30 de agosto de 2014

¿Por qué el matrimonio católico es para siempre? ¿Hay excepciones?


1. ¿Por qué el matrimonio es indisoluble?

Para la Iglesia es claro que Dios, al hacer a la pareja con la posibilidad de entregarse y llegar a ser una sola carne, quiso desde siempre que la unión matrimonial fuera permanente. Este es igualmente el deseo de quienes se aman y unen en matrimonio, pues nadie quiere que su unión fracase o se rompa.

Por eso Cristo, salvador del mal, les dio a los esposos la oportunidad de amarse con un amor cristiano, es decir, de hacer de su vínculo una alianza irrompiblepues se basa en el compromiso de amarse como Cristo ama, y en el apoyo de la gracia divina que sostiene siempre a quienes desean vivir de su amor.

sábado, 22 de febrero de 2014

Lo que el Papa puede y no puede cambiar

Cuando hablamos de la enseñanza de la Iglesia nos movemos siempre en distintos niveles, doctrinal, moral, disciplinar, natural, revelado, etc. No es necesario que todos los católicos conozcan la diferencia pero me extraña que algunos sacerdotes y teólogos la desconozcan o al menos la ignoren.

La divinidad de Cristo, la virginidad de María o la transubstanciación son dogmas de fe, la nulidad matrimonial evidentemente que no lo es.

El celibato de los sacerdotes, el ayuno eucarístico o el idioma de la Misa son cuestiones meramente disciplinarias que podrían cambiar cuando el Papa lo quiera, pero la nulidad matrimonial o la comunión de los divorciados no lo es.

¿Qué cambios podemos esperar del próximo sínodo sobre la familia?

sábado, 9 de febrero de 2013

Infidelidad

Éste es uno de los temas que salen con más frecuencia en las conversaciones y que más cuesta explicar. Creo sinceramente que una de las cosas que hace grande el matrimonio es que es irrevocable, es decir, que no tiene marcha atrás porque es, en esencia, una entrega, un regalo de toda la persona a quien más quieres, regalo que es -debe ser- para siempre so pena de convertirse no en regalo sino más bien en préstamo, usufructo, alquiler... Por eso cuando el regalo -el matrimonio- es verdadero ninguna decisión posterior puede anularlo, ni la decisión de los dos esposos, ni la de un juez, ni las acciones de ninguna de las dos partes. La infidelidad no es una excepción.
Así pues, si el matrimonio es verdadero, la infidelidad no es causa de nulidad. Digo lo de "si es verdadero" porque a veces la infidelidad, especialmente cuando se ha producido poco después del matrimonio, es indicio de que el matrimonio no fue tal, no hubo verdadera entrega de toda la persona, indicio de que la infidelidad futura, ya estaba, de algún modo, presente en el momento del consentimiento.
Pero, insisto, si el matrimonio es verdadero ninguna decisión posterior puede anularlo. Quizá no sea posible la convivencia, a lo mejor es mejor separarse pero el matrimonio continúa, los esposos seguirán siendo -hasta que la muerte los separe- marido y mujer.
Precisamente hace algunos días el Papa calificaba de precioso "el sacrificio ofrecido por el cónyuge abandonado o que ha padecido un divorcio, si —reconociendo la indisolubilidad del vínculo matrimonial válido— consigue no dejarse "implicar en una nueva unión … En tal caso su ejemplo de fidelidad y de coherencia cristiana asume un particular valor de testimonio frente al mundo y a la Iglesia".


martes, 29 de enero de 2013

Fe y nulidad matrimonial

En espera de tener el texto definitivo simplemente quiero hacer mención del discurso del Papa a los miembros del Tribunal de la Rota Romana, con ocasión de la apertura del año judicial. Su discurso se centró en la relación entre fe y matrimonio, a la luz de “la actual crisis de fe que afecta a varias partes del mundo y lleva aparejada una crisis de la sociedad conyugal”.
Creo que en el fondo de esta intervención late la constatación de que cada vez se está diluyendo el sustrato de verdad con la que la fe Católica impregnó nuestra sociedad, cada vez es mayor la diferencia entre creyentes y no creyentes, sus valores y su modo de vida. El Papa se plantea que, tal como están las cosas, la falta de fe -estar lejos de Dios, de la Iglesia- afecta al modo en que se concibe el propio matrimonio que debe ser, para su validez, indisoluble, fiel y abierto a los hijos. Veremos qué ecos tiene su intervención. Cuando esté el texto completo lo subiré al blog para que todos lo podáis leer.

miércoles, 21 de marzo de 2012

¿Y si ya estoy divorciado?

Hoy me han vuelto a hacer esta pregunta, y para más INRI me dice el caballero en cuestión: "Es que en mi Parroquia me han dicho que no me divorcie porque si no va a ser mucho más difícil conseguir la nulidad".
Paciencia. Veamos:


  • La nulidad no se "consigue", se declara cuando del proceso se deduce con certeza moral que nunca hubo matrimonio y así lo dictaminan tres jueces y dos tribunales diferentes.
  • Que uno esté divorciado o no lo esté no añade nada a la validez o nulidad de su matrimonio ante la Iglesia por lo que este hecho ni dificulta ni facilita el proceso de nulidad matrimonial, ¿estamos?
  • ¡Ah!, que no se me olvide: LOS CATÓLICOS NO SE DIVORCIAN, y eso por varios motivos:
    • 1º Porque no hay ninguna necesidad. La separación consigue los mismos efectos de patrimonio, custodia de los hijos, régimen de visitas, etc, que el divorcio.
    • 2º Porque el divorcio incluye la "pequeña" cláusula de "y por eso Ud. deja de estar casado" y esto, lógicamente, no es válido para un católico que cree que su matrimonio -tal como lo dijo Cristo, y tal como lo prometió el día de su boda- es "hasta que la muerte les separe".
    • 3º Y por esto el divorcio supone un atentado contra la indisolubilidad del matrimonio.
    • 4º Lo dicho anteriormente no quita que hoy en día, por desgracia, no siempre está uno en condiciones de no divorciarse, puesto que la actual ley concede el divorcio con la sola voluntad unilateral de uno de los cónyuges, sin aducir motivo alguno y sin posibilidad de oposición por la otra parte.

miércoles, 7 de marzo de 2012

Defender la indisolubilidad

El matrimonio es de por sí indisoluble, así que no hay que ayudarlo en esa indisolubilidad que la quiso Dios en el principio, la confirmó Cristo con toda claridad y la Iglesia la defiende aún a costa de mucho sacrificio. Por eso pedir la nulidad del matrimonio es simplemente preguntar a la Iglesia si aquel matrimonio se contrajo válidamente o no y en eso sí hay mucho que hacer. El estudio lo hace la Iglesia, los tribunales eclesiásticos y la sentencia es independiente a la voluntad de los esposos, quieran o no quieran la sentencia se limita a constatar un hecho: El matrimonio fue válido o no lo fue. En este estudio, el proceso de nulidad, hay que hacer todo lo posible para ayudar a los jueces a esclarecer la verdad, esto se hace declarando, aportando pruebas, acudiendo a exámenes psicológicos, si se piden, o señalando posibles testigos de lo que sucedió en el noviazgo/matrimonio. Sí, hay en los cánones una figura definida con el encargo de velar por la validez del matrimonio, se llama Defensor del Vínculo: Él está presente en la causa desde el principio, a él se le comunican todos los actos procesales, él propone testigos, aporta cuestionarios, señala lo que considere oportuno respecto a las declaraciones, las pericias o los escritos de las otras partes, e incluso, en ocasiones, habla con los demandados en busca de personas que pudieran complementar los testigos presentados por aquel que busca la nulidad de su matrimonio. Sus aportaciones, lógicamente, son tenidas en cuenta muy seriamente a la hora de dictar sentencia.

jueves, 16 de febrero de 2012

Más vale prevenir...

Expertos en temas de familia, matrimonio y género nos dan cinco claves para lograr relaciones de éxito. Son el resumen de sus ponencias en las 47 Jornadas de Cuestiones Pastorales, que han tenido lugar en Castelldaura, Premià de Dalt, los días 24 y 25 de enero de 2012.