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viernes, 27 de febrero de 2015

¿Qué hacemos con Enrique VIII?

Cardenal George Pell
26 de febrero de 2015

Curiosamente, la estricta enseñanza de Jesús sobre "lo que Dios ha unido, que no lo separe el hombre" (Mt 19, 6) sigue poco después de su insistencia a Pedro sobre la necesidad del perdón (ver Mt 18: 21-35).

Es cierto que Jesús no condenó a la mujer adúltera que fue amenazado de muerte por lapidación, pero tampoco le dijo que siguiera es ese trabajo tan bueno,  y que continuara sin ningún cambio en su vida. Él le dijo que no volviera a pecar más (ver Jn 8: 1-11).

domingo, 1 de febrero de 2015

Cuando el matrimonio no es nulo: Episodios de la historia

 El trabajo de los tribunales eclesiásticos está al servicio de la verdad del matrimonio, en ocasiones el proceso termina en la buena noticia de la nulidad para aquellos que esperan con ilusión un nuevo matrimonio por la Iglesia pero en ocasiones no se puede demostrar o se ver con claridad que el matrimonio es válido. En estos casos, aún a consta de graves consecuencias, hemos de ser fieles a la verdad. Así ha sucedido en muchas ocasiones en la historia:

  • En el año 995,

lunes, 14 de enero de 2013

La más famosa nulidad no concedida

Hace pocos días el Papa decía en una homilía que  "la aprobación de las opiniones dominantes no es el criterio al que nos sometemos. El criterio es él mismo: el Señor.", esto se aplica también, lógicamente, al las nulidades matrimoniales donde con frecuencia tenemos que nadar contra corriente y tomar decisiones muy políticamente incorrectas.

El caso más flagrante fue la negativa del papa Clemente VII a conceder la nulidad matrimonial al rey de Inglaterra Enrique VIII con la española Catalina de Aragón en 1527 que provocó grandísimas tensiones que desembocaron en la ruptura del rey -y con él casi todo el país- con la Iglesia Católica para fundar una Iglesia en la que él se declaraba cabeza de la misma, la Iglesia Anglicana, y por tanto con potestad para declarar la nulidad de su propio matrimonio y casarse así con la ya embarazada Ana Bolena.

Intereses políticos al margen -que los había por todos los bandos- el hecho es que le matrimonio no es nulo por la esterilidad de una de las partes -la auténtica razón por la que el Rey buscaba otra mujer-, y la indisolubilidad de un matrimonio rato, es decir, entre bautizados cuando éste se ha consumado es absoluta, ni el Papa, ni el rey de ningún estado pueden cambiar eso, aunque resulte muy doloroso porque, como decía el Papa el día 6 de enero de 2013, "la aprobación de las opiniones dominantes no es el criterio al que nos sometemos. El criterio es él mismo: el Señor."