domingo, 1 de febrero de 2015

Cuando el matrimonio no es nulo: Episodios de la historia

 El trabajo de los tribunales eclesiásticos está al servicio de la verdad del matrimonio, en ocasiones el proceso termina en la buena noticia de la nulidad para aquellos que esperan con ilusión un nuevo matrimonio por la Iglesia pero en ocasiones no se puede demostrar o se ver con claridad que el matrimonio es válido. En estos casos, aún a consta de graves consecuencias, hemos de ser fieles a la verdad. Así ha sucedido en muchas ocasiones en la historia:

  • En el año 995,

el rey Roberto II de Francia repudió a su mujer Susana y  se “casó” con Berta de Borgoña. A pesar de los problemas que pudieran haber surgido por oponerse al poderoso rey, el Papa Gregorio V condenó la unión de Roberto con Berta como bígamo y le ordenó separarse de  Berta o lo excomulgaría. Roberto envió un embajador a Roma con la esperanza de que el Papa pudiera ceder, pero fue en vano, el Papa sostuvo la indisolubilidad del matrimonio y excomulgó al rey Roberto. Tres años después se sometió y despidió a su amante.

  • En 1141, la hermana de la reina Leonor de Francia, Petronila, deseaba casarse con uno de los nobles más ricos y funcionario más poderoso de la corte, el senescal Raúl de Vermandois. El problema era que el senescal Raúl de Vermandois ya estaba casado con otra Leonor. Una comisión de tres obispos,  sin duda influenciada por el rey Luis VI, pronunció la invalidez del matrimonio de Raúl con Leonor bajo el fundamento engañoso de consanguinidad. De inmediato se casó con Petronila.  San Bernardo denunció a los tres obispos como ‘hombres descarados… quienes, a pesar de la ley de Dios, no han vacilado en separar lo que Dios ha unido. El Papa Inocencio III en 1142 respondió excomulgando a Raúl de Vermandois e impuso un interdicto sobre sus tierras.


  • En 1193, el poderoso rey Felipe II de Francia anunció que buscaría una anulación un día después de casarse con la princesa Ingeborg. Los obispos franceses obedientemente concedieron una anulación a Felipe sin siquiera dar una audiencia a Ingeborg. Pero en 1195, el Papa Celestino III revocó la anulación dada por los obispos franceses y exigió que Felipe volviera junto a Ingeborg, y además le advirtió que  ningún futuro matrimonio sería reconocido por la Iglesia, mientras Ingeborg estuviera viva. El rey resistía con furia, y en 1196 se casó bígamamente con Inés de Méran, pero el Papa Celestino III y su sucesor… siguieron insistiendo en los derechos de Ingeborg. En enero de 1200 el Papa Inocencio colocó a todo el reino de Francia bajo un interdicto para hacerlos cumplir. Felipe pretendió rendirse, pero su corazón seguía endurecido, y sólo trece años más tarde, finalmente recibió otra vez a Ingeborg y reinó con ella a su lado. Una vez más, los Vicarios de Cristo habían defendido un vínculo de matrimonio real, independientemente del costo político”.


  • Quizás el caso más evidente que se debe mencionar al respecto es el del cisma anglicano. El cisma anglicano (siglo XVI) fue el resultado de la negativa de la Iglesia católica a conceder al rey Enrique VIII de Inglaterra la anulación de su matrimonio válido con Catalina de Aragón. El rey Enrique VIII quería que fuera considerado nulo porque deseaba casarse con Ana Bolena por lo que Enrique se separó de Catalina y se casó inválidamente con Ana Bolena. El 11 de julio de 1533, el Papa Clemente VII excomulgó a Enrique VIII y ordenó a todos sus súbditos a evitarlo por haberse separado de Catalina y “casarse” sacrílega e inválidamente con Ana. Al año siguiente (1534), el rey Enrique VIII se declaró jefe de la Iglesia en Inglaterra. Negó que el Papa tuviera jurisdicción suprema sobre la Iglesia universal, negando la autoridad del Papa sobre la Iglesia en Inglaterra. Declaró su matrimonio con Catalina inválido, y su matrimonio con Ana válido.

2 comentarios:

  1. A que se refiere con lo de la "secta del Vaticano II"?

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  2. Un desliz de una web de donde saqué parte del contenido de este post, ya lo he borrado.

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